Análisis: Super Meat Boy

En una época repleta de juegos "causal", donde los DLC nos inundan y nos abruman, nos vemos impotentes entrando en una época oscura del mundo del entretenimiento. Los juegos cortos, fáciles e incompletos están a la orden del día. Pero, ¿qué es este juego descargable que estoy viendo?. ¿Un trozo de carne enamorado de una venda que ha sido secuestrada por un feto?. Sí amigos, es Super Meat Boy.

Carne apta para hardcore-gamers

En conmemoración de los descuentos efectuados estos día en Xbox Live, nadie puede resistirse a descargar una de las obras maestras de esta generación a un precio ridículo. Es el momento de revivir toda una generación de consolas y recordar aquellos juegos que nos hacían desesperarnos pero que no nos dejaban despegarnos de la pantalla y seguir intentándolo una y otra vez.

La historia de Super Meat Boy comienza un 5 de octubre de 2008, cuando un programador llamado Jonathan McEntee junto con su creador Edmund McMillen, crearon un juego flash y lo subieron a la comunidad de Newgrounds. Esta página estadounidense es bien conocida por ser un punto dedicado a compartir música, dibujos, y trabajos creados en Flash. Meat Boy lleva unas 9 millones de visitas en la web. Fue por este motivo por lo que Nintendo quiso llevarse el juego a WiiWare con una nueva versión llamada Super Meat Boy, pero por diferentes motivos de capacidad gráfica, no pudo salir en la tienda virtual. Sin embargo, el juego sí salió para Pc y  Mac (editor de niveles incluído) y para Xbox Live con Teh Internets.

Como venimos diciendo, Super Meat Boy es un retorno a los orígenes de los videojuegos, con infinidad de guiños a juegos como Ninja Gaiden, Mega Man, Ghosts 'n Goblins y por supuesto, a la saga Super Mario Bros. Además gráficamente nos veremos transportados a muchas de  las consolas de la tercera y cuarta generación como la Game Boy, la Nintendo, Megadrive, etc. Es en muchos de estos puntos donde el apartado gráfico se une a la jugabilidad para darnos momentos en los que tendremos que controlar el timing a la perfección si no queremos volver a empezar la fase desde el principio. Y es que el control del personaje está perfectamente recreado hasta el punto que nuestras muertes serán únicamente culpa nuestra.

En muchos momento nos parecerá estar jugando a N+ (del que ponemos un vídeo debajo de estas líneas), y es que tanto el argumento como los objetivos de cada fase no pueden ser más simples, llegar desde nuestro lugar de inicio, hasta donde se encuentra Bandage Girl, no hay más. Pero aunque parezca insuficiente, no deja de ser un juego con un nivel de adicción muy alto, el que nos costará soltar el mando, a no ser que sea para lanzarlo absorvidos por la desesperación  y el cabreo que nos pueden llegar a infundir algún que otro nivel. No obstante la curva de dificultad no sube de manera brusca y aprenderemos poco a poco a controlar al trozo de carne mejorando en cada nivel.

Aunque en principio pueda parecer un juego corto, es más bien todo lo contrario. Ya con los casi 300 niveles y la propia dificultad del juego, tendremos horas y horas (y horas) de juego. Además de los propios niveles, cada vez que superemos el tiempo especificado para superar cada nivel, se nos abrirá el llamado Mundo Oscuro que no es más que el mismo nivel pero aún más difícil (si, mucho más). Por si fuera poco, tendremos que recolectar vendas esparcidas en algunos de los niveles, que nos ayudarán a desbloquear nuevos personajes con los que jugar y con características distintas, incluso fases especiales perdidas en agujeros negros que nos llevarán al nacimiento de los juegos de plataformas. Por último, no podemos terminar este análisis sin hablar de la música. Grandes temas y una banda sonora sublime que con cerrar los ojos nos harán volver a muchos a nuestra niñez y sentir como el tiempo vuelve para atrás intentando hacer saltos al vacío o esquivando sierras o rayos láser.

En resumen

• Gráficos. Uno de los juegos 2-D que mejor juega con los colores y que le va como anillo al dedo. Parte del ambiente retro es gracias a sus gráficos y su diseño.

• Jugabilidad. El punto clave del juego. Control perfecto sin ningún tipo de retardo y que nos enganchará desde el primer nivel.

• Música. Cada nota es un honor a los juegos del pasado y su banda sonora es parte fundamental de que la sensación de juego sea tan buena.

• Duración. Dos mundos que recorrer, multitud de personajes que desbloquear al igual que las vendas que tendremos que intentar alcanzar. Por si fuera poco con su editor de niveles en Pc y Mac y Teh Internets en Xbox, la experiencia se alarga aún más.
  
  Nota final: 9.5